Vivir en coherencia.

“La felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces están en armonía.” 

Mahatma Gandhi

 

Hace unos días, escuchaba una entrevista al actor Santi Millán en el podcast "Vidas Contadas". Le preguntaron qué era para él la felicidad, y respondió lo siguiente: "El equilibrio viene cuando lo que piensas se parece a lo que dices y a lo que haces".

Su respuesta me invitó a reflexionar y a preguntarme cómo de importante es aplicar la coherencia en nuestra forma de viajar por la vida para poder ser felices.

Según la RAE, la coherencia es la actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan. Pero, ¿qué importancia tiene en nuestro día a día nuestra coherencia? ¿Influye en nuestro bienestar?

La coherencia nos permite ser auténticos y genuinos en nuestras acciones y relaciones. Nos sentimos más seguros de nosotros mismos al expresar nuestras verdaderas opiniones y emociones, lo que fortalece nuestra autoestima y confianza.

Cuando vivimos de manera coherente, nuestras relaciones tienden a ser más auténticas y significativas. Nos comunicamos de manera más clara y honesta, lo que promueve una mayor comprensión y conexión con los demás. Esto, sin duda, conduce a relaciones más saludables y satisfactorias, basadas en el respeto mutuo y la confianza.

¿Y qué pasa cuando no vivimos en coherencia? ¿Cómo afecta eso a nuestro mundo personal?

Los conflictos internos que nos causa ir en contra de nuestros propios deseos pueden generar tensiones y llevarnos a un estado de desánimo y malestar.

Ese trabajo que ya no te gusta, ese que te hace vender cosas en las que no crees, o ese que te mantiene alejado de las relaciones sociales cuando a ti lo que te gusta es relacionarte con otros.

Ir vestido con traje de chaqueta cuando tu cuerpo te pide vaqueros y camiseta.

Seguir comprando ropa según la moda cuando lo que te encantaría es tener un armario cápsula y no tener que decidir cada día entre mil cosas qué ponerte.

Salir de fiesta con tus amigos porque es "lo que toca", cuando a ti te gustaría estar en casa leyendo un libro con una copa de vino en la mano.

De esta manera, nos vemos saliendo para quedar bien, porque ¿qué vas a hacer sola y aburrida en casa? Y terminas cediendo por miedo a no encajar.

¿Cómo vas a ir siempre con la misma ropa? Y ahí está el miedo al qué dirán, comprando en Zara.

Te quedas sin ir a tu viaje soñado porque, ¿cómo vas a viajar sola? ¡Qué triste, ¿no?"

Y triste te quedas en casa porque no estás siendo coherente contigo misma ni con aquello que deseas. Siendo incoherentes con nosotros mismos, estaremos en el lugar donde no queremos estar. Si estamos en un lugar que no queremos y hacemos lo que no nos apetece hacer, ¿cómo es posible que estemos en el buen camino hacia el bienestar?

Cuando actuamos en contra de nuestros principios, sentimos un malestar emocional y un desequilibrio interno que afecta nuestra calidad de vida.

¿Por dónde empezar?

Empieza por las pequeñas cosas: si sientes que quieres cuidarte más, empieza por hacer un desayuno saludable o da más pasos cada día. Si no quieres salir de fiesta con tus amigos, declina la oferta o atrévete a proponer un plan que sí te apetece.

Ser fieles a nosotros mismos fortalece nuestra autoestima y confianza, nos permite aceptarnos tal como somos, sin pretender ser otra persona. Nos ayuda a sentirnos cómodos con nuestra identidad y a no necesitar la aprobación externa para sentirnos validados. Por eso, la coherencia interna conduce a una mayor felicidad y bienestar, reduce el estrés y nos brinda tranquilidad.

Si quieres profundizar en este tema, te invito a plantearte algunas preguntas:

¿En qué áreas de mi vida estoy siendo incoherente?

¿Cómo influye la presión social o las expectativas de los demás en tu capacidad para vivir en coherencia?

¿Qué cambios puedes hacer para asegurarte de vivir de manera más auténtica y coherente con tus verdaderos deseos y necesidades?

Recuerda que no se trata de ser perfectos o solo de honrar tus valores, se trata de que seas coherente con aquello que haces en tu vida. Que lo que piensas, lo que sientes y lo que haces se parezcan lo más posible, que confluyan en un mismo camino y vayan de la mano, de encontrar el equilibrio adecuado que nos haga encontrarnos en paz, en tranquilidad y bien con nosotros mismos.

Y es que, como Oprah Winfrey dijo: "La coherencia es la clave del éxito. Si puedes ser coherente en todo lo que haces, serás exitoso."

 

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