Confía en tu Proceso.
“Haz lo mejor que puedas hasta que sepas hacerlo mejor. Luego, cuando lo sepas mejor, hazlo mejor.”
Maya Angelou
En este camino de transformación personal y profesional, la frase de Maya Angelou ha sido una guía fundamental en mi proceso de aprendizaje. Refleja una verdad esencial: el crecimiento y el aprendizaje son un viaje continuo, no un destino final.
Cuando me decidí a dar un giro a mi carrera profesional ,sabía que no sería fácil comenzar desde cero en algo que no tenia nada que ver con lo que había realizado los últimos 20 años.
En todo este proceso de cambios, he experimentado muchos momentos de dudas e inseguridades sobre si estaría haciéndolo bien, y además se presentaban otros retos para mí, como el exponerme a redes sociales o realizar publicaciones.
La exposición a las redes sociales ha supuesto para mí una gran fuente de inseguridades que he tenido que ir afrontando poco a poco, ya que tenía que seguir dando pasos para alcanzar mi objetivo final.
Siempre pensaba que podría estar creando mejores publicaciones y debo reconocer que no siempre me siento satisfecha con mi trabajo, consciente de que podría mejorar. Sin embargo, no permito que esa insatisfacción me paralice. Lo importante es que no me detengo por no tenerlo perfecto.
Desde mi punto de vista la clave está en que esto no se convierta en un obstáculo insalvable y en no frenarse por no saberlo todo. ¿Es posible saberlo todo? ¿ Es realista plantearte algo así?. Cada día es una oportunidad para aprender algo nuevo , aplicarlo y mostrarlo al mundo. Por eso me esfuerzo en seguir aprendiendo, en leer sobre lo que quiero comunicar, informarme y aprender de otros.
Mientras mejoro, hago lo mejor que puedo con lo que sé ahora y confío en que, a medida que aprenda más, podre aportar aún más.
Otra gran fuente de inseguridades son las comparaciones. A menudo me descubro comparándome con personas que llevan décadas en las redes sociales o dedicándose al coaching. Entonces me siento pequeñita y pienso que lo que hago es insignificante. Pero ¿ cómo voy a salir reforzada con esa comparación? Es imposible.
Por eso me he dado cuenta que es fundamental no compararse con aquellos que te lleva muchos años de ventaja en el desempeño de aquello a lo que tu apenas estas empezando a conocer. Admirar su trabajo y aprender de ellos es valioso, pero compararse directamente puede ser desmotivador.
Pero, ¿Cómo puedes cambiar esta comparación por una más constructiva?
Te invito a compararte con tu yo de hace un año o el de hace seis meses, y que reflexiones sobre cuanto has mejorado y hacia donde quieres ir.
No olvides que siempre habrá algo que no sepas, que siempre habrá algo que quieras mejorar. Pero si permites que eso te frene, no podrás compartir con el mundo aquello que si sabes , aquello que ya puedes aportar. La humildad y la disposición a reconocer nuestras limitaciones son cruciales. A pesar de lo que muchos puedan pensar, la vulnerabilidad no es una debilidad, sino una fortaleza que nos permite conectar y aportar desde nuestra autenticidad.
En definitiva, el viaje de aprendizaje y mejora continua es una parte fundamental de la vida. Haz lo mejor que puedas hoy, y cuando sepas hacerlo mejor, mejóralo. Confía en tu capacidad para crecer y en el valor de lo que puedes aportar en cada etapa de tu camino.
Y tú, ¿Alguna vez te has sentido paralizado por el deseo de perfección?